Polvo casero a la orilla del río

Un día en el río se puede convertir en toda una ocasión para recordar si conseguimos convencer a nuestra esposa de algo muy simple: que se agache un poco hacia abajo apoyando los brazos en el suelo, que se levante el vestido y que le permita penetrarla. Tampoco hace falta que esté un montón de rato recibiendo rabo, con unos 5 o 6 minutos es suficiente tal y como demuestra el hombre del vídeo. El problema es que la mujer, que parece que está embarazada, no quería que se corriese dentro de su chocho, así que después del polvo casero tiene que sacar la polla y hacerse una paja delante de su mujer.