Mamada escondida en la mesa de la oficina

Para hacer cosas distintas y emocionantes esta pareja quedó en que una mañana la novia aparecería en la oficina de su chico para meterse debajo de la mesa y desde ahí hacerle una mamada escondida. El morbo de que pudiera entrar alguien y preguntarse dónde estaba ella e incluso imaginarse lo que estaba haciendo era enorme. La tía está en el suelo dándole a la lengua, chupando como una loca. Hay un momento en el que tiene que parar, porque alguien ha venido, pero luego sigue mamando hasta que se lleva una corrida facial estupenda con un montón de chorros. Es difícil imaginar cómo cojones salió de la oficina sin que la gente viera toda la corrida que llevaba encima.