Madurita se da un homenaje follándose a su propio sobrino

Las vacaciones de verano le ponen las hormonas a todo trapo y esta madurita se ha puesto tan cachonda que ha comenzado a imaginarse lo que se sentiría follándose a su propio sobrino. El chico está pasando unos días en su casa y la madura sabe de buena tinta que tiene una polla muy deseable, tanto que le encantaría metérsela en la boca. Así que cuando se quedan solos va a por él y se le insinúa directamente, enseñándole ese pedazo de culo que tiene y subiéndose encima de él. Así es como se le pone la polla tan dura que el sobrino no puede resistir la tentación de follarla.