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Descripción
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Descripción
La madura con tatuajes a la que veis en el vídeo está tan salida y cachonda que incluso cuando está subiendo en el ascensor con su rollete no puede evitar morrearse y meterle mano. Pero no solo eso, sino que mientras van camino de la casa se tira en el suelo y le comienza a comer la polla. Es lo que sigue haciendo cuando llegan a la cama, donde se la sigue chupando a lo salvaje. Después es el amante el que coge las riendas del polvo y se la folla violentamente para que no pare de gritar. Eso sí, la corrida final viene en su boca, algo que obliga a que la tía salga corriendo al baño a escupir la leche.